lunes, 8 de abril de 2013

Priscila Insaurralde: "El arbitraje no es de hombres o mujeres es de personas"


De tan solo 18 años,Priscila Insaurralde dejó de ser un chica cualquiera. Con genes arbitrales habló en exclusiva con Tuequipo.com sobre sus sensaciones en pertenecer en un mundo donde el hombre deside las situaciones del juego. 


Nacida en la ciudad de Santa Fe, estudiando Ingeniería Civil en la UTN, esta chica que terminó sus estudios secundarios en la Escuela Almirante Brown, habla de su esfuerzo y de cuanto ayudó su familia para que pueda disfrutar el momento de pertenecer a la Liga Santafesina de Fútbol, el sueño que tenía su abuelo (ex árbitro) y su madre. Además invita a todas las chicas a animarse a ser árbitro. 

-¿Siempre fue el tema del arbitraje importante en tu familia?
El fútbol me encanta, me fascina. El tema de sobremesa de siempre fue arbitral, siendo mi abuelo y mi mamá antiguos árbitros, y habiendo sido hasta el momento en que ingresé a la liga mi abuelo uno de los instructores de la santafecina.Me cautivaban las historias de mi abuelo, sobre experiencias suyas en el extranjero dirigiendo. También me hacía transcribir reglamentos enteros de pdf a Word, por lo tanto me terminaba sabiendo las reglas, y me hacía buscarle en internet las modificaciones anuales al reglamento.


-¿Cómo fue tu primera experiencia cuando empezaste?
Mi idea al poner un primer pie en la santafecina nunca fue terminar dirigiendo, sí pensé “me encantaría jugar” cuando pasé por fichaje, pero pensé que no me dejaría mi mamá como en ocasiones anteriores, por lo tanto lo descarté al instante. Cuando llegué a la sala donde se dictan clases, vi un grupo ya formado, que no parecía tan diverso como contaba siempre mi abuelo al mencionarlos, y bueno, mi primera tarea ahí fue ayudarle con la notebook y el proyector a dar su clase.Al final  de la tercera clase en que fui a ayudarle, (se dictaban clases dos veces a la semana, una para aspirantes y otra para tabla de mérito y contratados) hicieron llenar el formulario de ingreso a algunas personas nuevas… y me pedí uno, de curiosa.Fui a la primera práctica de campo pocos días después de inscribirme, y después de haber usado el silbato y los banderines por primera vez en ese ejercicio no quise desprenderme más. Me fascinó.

-¿Qué fue lo que más te costó al iniciarte en la actividad?
Me costó mucho asimilar la "sorpresa". Me refiero a que una no puede evitar mucho molestarse ante la primera reacción: “¿Vos nos dirigís?”. Con el tiempo una se acostumbra. Ahora no hay muchos clubes que no me conozcan o hayan sentido nombrar, por lo tanto si bien lo deben pensar, ya no expresan su ‘sorpresa’. También fue un tema equilibrar con mis horarios escolares, porque no sólo se trabaja los fines de semana, sino que hay tres trabajos físicos y un día de clase teórica tabulados en dos horarios diferentes cada uno para que quien no pueda en uno, asista al otro. Muchas veces, mis horarios no coincidían con ninguno de los dos, así que tuve que empezar a dejar algunas otras actividades extracurriculares, como tango, coro, natación. Me dolió alejarme de esas cosas, pero se puede decir que lo hice ‘Por amor a la profesión’.

-¿Cómo lo tomó tu familia? 
Mi abuelo estaba exultante, porque él hacía años quería meterme a la liga… por eso me hacía transcribir los reglamentos y los videos en youtube. También trabajábamos juntos mirando partidos con su video, y los grabábamos íntegros en VHS, para después ir borrando partes y dejando las jugadas que nos parecían polémicas. Luego me tocó pasar esos VHS a DVD. Y bueno, la reacción general fue de poca sorpresa, se ve que él ya había estado hablando al respecto. La reacción de mi mamá fue: “Te convenció”, así que eso me hizo confirmar mi teoría de que estaban todos confabulados al respecto - risas-. Él la había hecho incursionar a ella también en el arbitraje, igual que a mi tía mayor y a una vecina, se había formado la terna arbitral femenina, y hasta tenían su propio color de casaca, se sabía cuándo dirigía una de las mujeres de lejos ya por el color mismo.

-¿Qué fue lo que te recomendaron?
Los consejos principales de mi abuelo fueron que tenga cuidado con quién te juntás; primero vos, segunda vos, tercera vos, pero trabajá en equipo cuando te toque; aprendé todo, lo bueno y lo malo, de todos, no dejes nada sin analizar. En cuanto a  mi mamá fueron: hacete respetar, en el medio la que manda sos vos no importa qué equipo sea ni quiénes sean tus compañeros; en el arbitraje tenés que trabajar en equipo pero para vos misma; no te olvides que sos mujer, hay cosas que ellos hacen que vos no vas a hacer; ahí no hay amigos, entre otros.

-¿Qué recordás de tu primer partido?
Primero empecé en escuelitas. miro ahora esas fotos y me río (risas). Usaba soquetes en vez de medias largas, posaba en las fotos como si fuesen para un álbum familiar, me encanta volver a ver esas fotos, me hacen ver las cosas que fui mejorando. Todavía si se hacen escuelitas y quedan a mi alcance para el horario posterior, no me molesta ir, es más, me gusta, tienen un concepto muy limpio y lindo los chiquitos de lo que es el fútbol.

- ¿Y en cuanto a tu primer partido oficial?
Mi primer partido oficial  fue una décima, en Newells. Mis compañeros de terna fueron Sergio González (8va) y Ulises Baldi (9na). Me acuerdo que no estaba tan nerviosa para dirigir como lo estaba para ir después de asistente, porque más que los ejercicios en las prácticas de campo no tenía experiencia con el banderín. Fue una experiencia muy linda, trataba de estar en todas, y me gustó muchísimo ver desde adentro la dinámica del partido, tenía el mejor asiento de todos, el centro del campo de juego. Es lo que más me gusta, poder tener un asiento privilegiado en la acción. Después, de asistente en 9na, me sentía algo nerviosa, algo bastante(risas). Pero salió todo redondo, y en la 8va mucho más. Se lo debo mucho a mis compañeros, fueron un gran soporte en esa jornada y me dieron muchos consejos.

En el Torneo Nacional. Una de las representantes de la Liga.

-En cuanto a los gritos en la tribuna, ¿qué sentiste por primera vez?
Aah, que linda sensación. Los escuchaba poco, se puede decir que me gustaba. Me gustaba saber que no importaba qué dijeran porque el control lo tenía yo en mis manos. Mantuve la calma muy bien, me sorprendí a mí misma en sí porque ahí incluso no distinguía dentro del partido por equipo sino por colores, eran “Rojo vs Blanco” por ejemplo. Y bueno, lo único que me acuerdo de ese partido es que me gritaron “¿Qué hacés acá modelito? Andate a desfilar”, de la tribuna. ¡Lo tomé como un cumplido!, es más, no eran los primeros que me decían así, ‘modelito’, ya en natación mis instructores me cargaban y me decían así jaja, así que me hicieron sentir como en casa por una fracción de segundo, lo que tardó en llegar un pelotazo largo.

-¿Qué sentís cuando se habla que las mujeres no deberían arbitrar partidos de hombres?
Yo creo que es cuestión de que uno se acostumbre. Hasta a mí me es extraño ver otras mujeres dirigiendo partidos de fútbol de hombres… ¿Por qué no les sería extraño a ellos? Opino que el arbitraje no es de ‘hombres’ o ‘mujeres’, sino de personas, hay personas que se dedican y son excelentes dirigiendo, hay otras personas que no le dedican tanto esmero. Va más allá del género femenino o masculino. Eso se va a ir viendo con el tiempo. Como toda actividad, hay boxeadoras, personal policial femenino, periodistas deportivas, jugadoras de fútbol. Quien le dedica tiempo, es humilde y se preocupa por mejorar para sí mismo y no para impresionar a los demás, con el tiempo ve sus frutos. Eso me lo dijeron varias personas, una de ellas el árbitro nacional Maximiliano Moya, con quien tengo bastante confianza porque fue mi compañero en mis ternas que fue uno de los que me dio la mano cuando todavía no caminaba, para aprender mis primeros pasos. Fue a instancias de quien sancioné disciplinariamente por primera vez, que fue expulsión ni siquiera amonestación, y no me lo voy a olvidar jamás. Y con quien estaba cuando tuve que expulsar a mi primer técnico.

-¿Pensás que hay muchos prejuicios sobre la mujer en el arbitraje?
Pienso que el fútbol está catalogado como masculino en todas sus diversas profesiones circundantes.En realidad, si te gusta el fútbol te gusta vivirlo como a vos o a mí, desde distintos lugares pero son diversos asientos dentro del mismo espectáculo. Obvio que hay prejuicios en el arbitraje, pero también hay quienes los tratan de combatir. El Presidente del Colegio de Árbitros, Roberto Carreño, desde el momento en que entré a la liga, me incitó siempre a buscar otras chicas que quieran incursionar el arbitraje, y yo no lo hice no por no querer sino porque mis amigos son todos hombres, y mis pocas amigas no querían saber nada con el tema. Me encanta el apoyo que me dieron desde mis primeros pasos, hasta ahora que si bien sigo aprendiendo ya no tengo que andar buscando tan a tientas el camino, sino que puedo ir trazándolo sola por todas las armas que me fueron dando y me siguen dando, tanto mis colegas árbitros como mis instructores, y obvio mi siempre incondicional y amado abuelo que si bien ya no instruye como cuando entré, sigue siempre consiguiéndome nuevo material y preguntando por mis nuevas experiencias, dándome consejos, tirándome para adelante. Y mi mamá me hace ver la realidad muchas veces, pero me incita a seguir adelante. Me prepara para esperar lo malo, y disfrutar lo bueno.


-¿Cuáles son tus objetivos en esta profesión?
De momento lo hago como un pasatiempo. Cuando termine el instituto para TCP (Azafata), pienso incursionar en preparativos para hacer el curso de árbitro nacional.

-¿Qué te pasó por la cabeza cuando te designaron para dirigir el clásico liguista?
En el momento no reaccioné, la tomé como una designación más. Me emocionaba saber que iba a ser en el Estadio 15 de Abril, sabía que iba a ser una experiencia diferente. Intenté no verlo como nada especial, porque sino los nervios pueden jugar cartas en una mano que no les corresponde. Y bueno, no caí hasta que entré a la cancha donde ahí me di cuenta de que iba a ser un día memorable, porque te dabas cuenta desde el primer paso que ese momento no era igual a otro, sino que estabas jugando en una cancha de fútbol profesional de AFA, que esas tribunas han sido pobladas por hinchas de fútbol profesional, y no pude evitar imaginar el estadio lleno. Fue uno de esos momentos que te digo que hay que disfrutar, uno de esos que te quitan el aire. Amé la sensación.

-¿Qué sentiste dentro de la cancha al ser la primera mujer en dirigir un Unión vs Colón?
Me daba cuenta en las felicitaciones de mis compañeros que había sido toda una experiencia. Me encantó, sí, ir de traje a la cancha, por lo tanto decidí que cada vez que tenga la posibilidad voy a repetir esa experiencia, te miran raro, como a alguien importante.

-¿A quién no dejarías de agradecerle por este momento?
Agradezco la oportunidad al Presidente del Colegio de Árbitros, Roberto Carreño, al Presidente de la LSF, Carlos Lanzaro, y a mis compañeros por haberme apoyado en todo momento a llegar a ser parte del partido de la fecha. GRACIAS ETERNAS a mi abuelo, no me voy a cansar nunca de decir eso, sin él no sería hoy quien soy, ni hubiese conocido este mundo… Me enseña, me aconseja, me adula, me critica, me reta, tengo el instructor en casa jaja, lo amo con todo mi ser, nadie puede tocarme a mi abuelo.

- Los interesados, ¿donde pueden empezar?
Invito a toda persona que dispuesta a cambiar los fines de semana de ocio por dedicación, que les guste el o que les de curiosidad, a incursionar en el Colegio de Árbitros de la Liga Santafecina. Se les esperará con las puertas abiertas. Somos agradecidos, dedicados, humildes, compañeros y exigentes.

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